Hablamos

Nos hemos perdido hasta el rompeolas, el tiempo detenido. Todo por contarnos bajo la noche de azul oriental. Tu voz poderosa, vozarrón que alborota el aire, escapando de mis redes tan cortas para alcanzarte. Energía que desborda el firmamento. Encantador de coplas y cuentos ricamente adornados de exuberantes perlas de barroca belleza. Hombre de inquietante y hermosa alma, pálpito de mis deseos, rasgadura de mis vestidos y de la cortina que oculta la verdad y nos oculta del sol.

Ya se ha hecho de día y en tres, dos, uno, ya, es el momento de seguir hablando, hablando, hablando en una dimensión que es más real que todo lo que me rodea llegando a un estado de conciencia y comunicación mucho más vivo y auténtico con todo mis sentidos avizor, la piel alerta, encontrando el calor de estar vivos.

Soy la mujer que provoca al mundo, que lo reta cada día para destruirlo y crearlo más hermoso. Pequeña diosa Khali de diminuta energía enterrada en mis venas que escapa hacia tí en pensamiento, sexo y alma convertidos en loco torbellino imparable hacia tu epicentro.

Hemos desayunado, rituales cotidianos, sin parar de hablar, sin dejar de mirarnos y la espera de este momento es más dulce y provoca un estado de ebriedad sensual al que sabiamente jugamos para prolongar el placer, ahora éste, luego otros no desvelados.

Despacio, sin prisa, por más que me consuma.