Desde el accidente han pasado cuatro años y medio. Los amigos le ha ido abandonando y adelantando a diestro y siniestro, nunca mejor dicho.
Cuatro años y medio en los que su voluntad, su vida y su única meta han sido primero esperar a poder pasar por quirófano y luego recuperar la movilidad de las piernas, cuatro años en los que no ha podido ni querido consolidar relación alguna pues él era lo primero y sólo ha podido dedicar todo su empeño en tan ardúa labor.
Hoy empieza a vivir de nuevo a pesar de las traiciones, la limitación y el dolor. Ahora sólo tiene que perder el miedo a volar.
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