El Silencio

Donde clavo mis ojos



cansados



de risas y llantos



de amores sembrados,



apenas nunca cosechados.



De violetas esperas



en trances, genes y libros.



De breves momentos de comunicación,



pequeños y aislados entre siglos



de dudas mortales



de necesidad certera, dardos



guardados entre educación



y respeto por nuestras miserias.



Clavados tengo



ojos en silencio



negro crujido por



el viento.



Darle forma a la vida



dar sentido al firmamento



buscando estrellas favorables



que guíen en medio



del desierto de esta existencia



incierta



soñada y contrastada en otros.



Luego, entonces debe ser cierto