Nos encuentra el amor
aventado, agitado
y removido
desde sus cenizas
escondido
un ínfimo
rescoldo olvidado y negado que
siempre revive y prende,
calienta,
incendia o quema
y vuelve a desaparecernos
entre sus cenizas
hasta otra palabra,
una mirada,
un instante donde
se contrae de nuevo
el corazón
y
otra vez aprende la gloria
de amar
de ser amado
antorcha de días
para iluminar nuestra oscuridad
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