viernes, 18 de mayo de 2012

Nada Después

Sé que no hay nada después

quizá nada antes, salvo los árboles

que nos amaron inadvertidamente,

y como todo en la vida nunca se aprecia

debidamente hasta que se pierde.

Ahora yacen los cadáveres rotos,

las astillas ramificadas que de belleza

rompían cada primavera,

ya no pasarán el invierno,

no pasarán de este otoño maldito

No hay comentarios:

Publicar un comentario