Pretendí encontrar Utopía
entre mundos compartidos, tal vez
uno solo, el mismo siempre.
Pronto comprendí
lo que se ocultaba,
la experiencia actúa rápido
ante el espejismo y lleva cada vez
menos tiempo por que
cada vez queda menos.
La soledad vaga entre
historias veladas y desveladas,
públicadas, tormentosas,
y de simples inocencias que buscan
mostrarse para ser encontradas,
identificarse con algún replicante,
comunicante ser
en una isla desierta
compartida, ignorando
lo aprendido con los años,
en la piel que se curte,
el corazón que aprende a guardarse
de todo mal, de la locura
de los licaones en
la penumbra acechantes.
El silencio que tanto necesito
para no callarme, resuena de nuevo
como rayo y trueno vital
para que todo continúe
donde empezó, en no lugar,
donde no hay lugar, ninguna parte
y nadie
No hay comentarios:
Publicar un comentario