lunes, 18 de junio de 2018

Ser

El sexo nunca estilizó entre las piernas, ni siquiera el amor en el corazón. Todo lo que llamé mi vida, , mi alma fue apenas una pequeña reacción química encadenada a otros elementos con los que fui reaccionando y obteniendo muestreos de resultados que llamé comportamiento y personalidad, mi ser, ni siquiera esa categoría trascendente que otorgamos y llamamos alma, un efluvio sujeto a cambios de presión, espacio y temperatura por más que quiera escapar y ser libre. Ay, qué pesadez es el amor, tan capaz de destruir una vida por una fugaz inconexión...

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