viernes, 10 de abril de 2020

Aplaudir

El íntimo silencio nos
precede y nos despedirá,
agazapando la oscuridad
que somos inciertamente.
Mecánicos, sacudimos brazos,
batimos palmas en ausencia
de alas y bandadas migratorias
que ya no regresan,
fabricamos un previsible
momento de la nada que nos une,
tanto ruido, extender una plegaria
aprendida, la música y los gritos
que exigen presentarnos,
para da igual a nuestra existencia
si alguna vez nos conocimos, y
siempre arrastramos la extraña
fijeza oculta de nuestros
comportamientosos desleales,
palabras y hechos decepcionantes,
músicas de feria y guiñoles
impostan nuestra aspiraciones
libadas entre cristales rotos.
Amo de nuevo el silencio,
la locura de las lilas
que me ignoran en su apremio
extasiado o belleza fugaz y reencarnación muda.
Siempre, todo fue mucho más que así.
La callada despedida de donde nunca
llegué a estar más que en un paso
precipitado bajo el  piar
de todos los pájaros.


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