jueves, 23 de febrero de 2012

Lápices de Colores

Cuando llegó era demasiado tarde. Cuando ella desapareció todos huyeron hacia sus quehaceres o miraron hacia otra parte. Se supuso que aprendería sin más y que no sentiría ninguna perdida gracias a sus pocos años. Tal vez nadie penso nada y se sintió mejor así.
Al vacío se sumó una anulación del sentido de la existencia, la vida no merecía la pena ser vivida y contra esas excesivas palabras que nadie supo escuchar salvo con un asombro breve y precipitado, arrinconó la infancia, la necesidad de cariño y se fue envolviendo en una timidez opresiva que a veces se teñía de terror al contacto humano.
Delante de un cajón comenzó a rebuscar un recuerdo, una señal. Un sobre contiene billetes y ahora comprende que puede premiarse y castigar. Tan fácil. Esconde algunos billetes y en el camino al colegio atisba el escaparate soñado. Magníficos estuches de lápices de bellísimos colores. No supo entonces que a los lápices se les acaban sacando punta y que aquella simetría perfecta quedaba pronto interrumpida...

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