Seamos humanos, racionales, inteligentes, sensibles, pero por encima de todo seamos respetuosos.
No convirtamos este espacio de libertad, creación y comunicación en una corrala de neurótico cotilleo, de vivir vidas ajenas en sospechas, pistas e indicios más allá de los posts. No corrompamos la amistad ni los sentimientos con la envidia, el insulto ni la obsesión.
En portada siempre nuestro mutuo respeto y legítima libertad de intimidad y expresión, las relaciones humanas de cualquier índole no deben ser clasificables ni censurables también en este espacio.
Existen aún demasiadas formas de dictadura y tortura, unas evidentes, otras casi imperceptibles pero igualmente tóxicas.
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