domingo, 10 de junio de 2012

Amantes

Sé que encendidos labios en

firmamentos de piel amada

y ojos reencontrados,

aún por primera vez,

existen cuando respiramos juntos

desafiando la suerte, tiempo

encontrado y camino del viaje

del agua a la tierra, del sol

sobre el mar penetrado en rayos.

En la profundidad de tus ojos

sin respirar me envuelvo

abierta de par en par,

sobre tu boca infinita, dulce y amarga

como la vida, oscura como la muerte

y el preludio del nacimiento.

No quise acunarme en el sueño

y ahora, roto, rebusco y

compongo de nuevo fragmentos

impares, incompletos, irregulares.

No te encontré después, en la búsqueda

sólo fatalidad y riesgo, perdida en la

identidad de otras muertes.

Amantes, sólo fuimos

complices de madrugadas

donde apenas fraguamos el destino

en amaneceres vertidos

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