El velo de los besos
vuelve a cubrir este desierto
donde la arena hiere
de rayos rota.
El alma vertida de alegría
envuelve de nuevo
este cuerpo despojado de ella.
Donde puedo ser yo,
donde sola otra vez,
me enfrento sorprendida,
asustada, contenta o valiente.
equivocada o cierta,
al mundo elevada, caída y levantada,
sin barreras, sin miedo,
nada que ganar y nada que perder.
Mareas y lunas acompañan
transitos y días reanudando
el momento que fue
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