Agacharías la mirada,
no te entregarías por completo,
del miedo revestido
y la ansiedad por guardarte
del vacío que esconderías,
siempre una parte entre las uñas.
As en la manga de la desconfianza
y pesado egoísmo de la importancia
que aferrarías por no entregarte.
Sin peros, condiciones, ni pospuestos,
caería tu amurallamiento,
pero del simple del condicional
te revestirías mientras la vida te achantaría,
y la enfermedad te aterraría y cohibiría,
no sé que querrías guardar
cuando nada te importa
ni te darías nunca por nada.
Aún si nada pedí toda excusa pondrías
has de hacerme saber que ante todo
estás tú no fuera a ser posible
el que podría existir
sin tu eterno y simple condicional
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