Un recuerdo deshilvanado traigo
de palabras que aprendí incomprendidas,
de tablas infinitamente extrañas que cantan
entre un brasero y olor a pasado
envuelto y cerrado en cajas y papel de seda.
Lunas blancas duermen
en montañas gigantes de escondidos ogros,
lunas rojas comen sandía en el borde de agosto,
donde herido el mar sangra
tinieblas y surca cañas de pescar
enhiestas apurando peces
en las heces del manjar de la vida
antes del zumbido en el aire.
Arterias zanjadas, estrellas cruzadas y
oraciones que nunca pude analizar
por no entender el principio, el fin
ni un sentido posible, probable,
inasequible composición de estertores iniciáticos,
mediada vida incomprensible de pasado
cuando se tira, se destruye y arroja,
inútil lacra de burdo ruido y eterna excusa
para la expiación que no perdona y machaca.
Compasión, centro de gravedad
a punto para iniciar el equilibrio
circense de la vida
en el momento del clown que llora
No hay comentarios:
Publicar un comentario