Todo es mutable,
todo pasajero,
pero quizá las ideas
y la voz no lo sean
o tan sólo sea
la ilusión que nos hace
seguir hablando y pensando.
El sol calienta mis manos,
hoy doloridas de no tenerte,
quema mi piel entumecida
de sueños despertados.
Vuelvo a la angustia
aceptada, casi amistosa,
aún inconexa, uniforme,
dolorosa y consciente
mientras sigo existiendo,
a oscuras,
dentro de mi pensamiento
No hay comentarios:
Publicar un comentario