¿Podría decirte lo
adormecido, el
sueño eterno
que evoca vidas
que anhelan,
un giro inesperado
dónde el pasado se detenga
y deje paso
a lo busco de ti,
en apenas lo que queda
de mi?
Avivo el aire,
provoco contenidas
llamaradas
que solo calientan
apesadumbradas
distancias.
Te intuyo más
que te veo,
ahora los días
vuelven a solicitar
esos escasos
minutos en tu fugaz
presencia.
Sin derecho ni rumbo,
callo y cicatrizo
mi mirada,
cauterizo el torrente
de cada palabra
porque no
debería decir
demasiado, pero
nada es tampoco
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