viernes, 24 de marzo de 2017

Volutas

Debajo del puente, el aire
se ha detenido
al tiempo.
Larga vida que asfixia
veranos sin fuga,
el mismo instante en que
se ahogan las palabras
de sabor metálico,
vacío sembrado
de risas y problemas
insolubles como
piedras con zapatos.
El terror que invade
la casa dónde
derribarte
sin límite
pegado al costado
sin franquear puertas,
cae por las escaleras.
Debajo del puente vuelve
los pasos, un periódico abierto
la cabeza sobre el pecho,
¿cómo puedes censurarlo?
Amontonando capicúas
sobre montañas
imposibles para alcanzar el cielo
enredan los pies
sobre la siguiente
raíz de cualquier
nuevo tropiezo.
Creeras que estoy loca
pero todo, todo,
se ha caído.
Amor ninguno.
El destino es
hacia donde te lleva la vida,
a ninguna meta,
ni un sólo proyecto.
Nunca llegas a saber,
nadie sabe ni imagina
ésto remotamente.




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