domingo, 18 de marzo de 2018

Viento

Del viento,
rugió furioso
en su ciego
nacimiento,
doblando
palmeras,
azotadas
arenas y sexos
pendulantes.
Elevó alas,
en la huida
eterna
del ángel
helado
y oscuro
que acechaba
en su propia sombra,
oxidados
anhelos
de lo que
otros tuvieron,
exclusión
de otra piel,
debajo
del cordero,
ira y violencia
para destrozar
todo y el yo
único e innombrable
que nadie ha
visto, antes
y después
superviviente
en mil madrigueras
de horror
y desarraigo
de la propia
especie
donde nunca
nadie
imaginó
ni aún alcanzará.
El viento susurró
día y noche
todos los secretos
del alma
ocultados
sobre la tierra,
y se enredó
entre cabellos
y respiraciones,
trocando
jadeos en gemidos,
sollozos
en el mudo
horror que
revela lo que
no nos atrevimos
a reconocer en
nuestra propia
naturaleza,
empujar, derribar,
aniquilación,
amor que troca
en odio, y
abandonarlo
antes de que nos
cerque la rutina
y el tedio
que nos acabe
matando

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