Creación

Venga, sí, yo tenía de eso. El orgullo y la ambición de ser más, la mejor y la única, por encima de todas las anteriores y la única posible en el presente, el futuro y el recuerdo de la posteridad.

Y nos mentimos, sinceras mentiras llenas de inocente descaro, un juego perverso y simple que no conduce a nada porque nadie termina de alcanzarse nunca,  demasiadas limitaciones e inestabilidad, mi instinto rechaza lo que aun rapta mis sentidos en pugna por perderlos singularmente.

Experiencias acotadas a la amabilidad, a ser aceptadamente deseable cuando el centro del Universo soy yo y los amantes que fueron, tan solo pobres y pálidos fulgores, escaso reflejo de mis constelaciones y galaxias.