domingo, 4 de noviembre de 2018

Ésto

Todos los días hablan las mismas palabras y cuitas, repiten el protocolo de un saludo prolongado y estirado para evitar resquicios donde se cuele la apremiante soledad. Palabras alborotadas dónde practicar el exorcismo, ahuyentando la niebla de la desaparición y el terror que se guarda bajo llave.
Los años que atesoran el vacío, el miedo a emprender otro rumbo y descubrir nuevos mundos, el tedio pasivo de un eterno espectador y la vida que no encuentras esfumándose sin vivirla. La comprimida solidaridad que nos acecha muda ante la precipitada descomposición de lo que creímos ser, de lo creímos haber sido. Aquel nosotros...
¿Cómo hemos llegado a ésto?

No hay comentarios:

Publicar un comentario