Intentando apuntalar la memoria de mis recuerdos rebusco en la internet, esa reina de reinas en la que todo se encuentra ¿o no? No todo existe en ella pero cabe la posibilidad de que nuestra memoria también acabe perdiéndose en una marea de limitado conocimiento guiado e interesado, una vez perdido el poder de transmisión, de comunicación y de predicada oratoria en el desierto.
Escribo luego existo, me lees luego vivo.
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