En honor a la verdad han de adaptar el nombre a los nuevos tiempos como acto de contrición y humildad, esos divinos slogans que tanto predican.
En el número uno de los pecados vaticanos debe figurar la pederastia. En este se incluye también la ausencia de respeto y amor al prójimo.
La intolerancia en el número dos.
Tres: la hipocresía vestida de prepotencia.
El cuarto el sustento, fomento y prolongación de las mentiras que les son tan necesarias.
Para el quinto el olvido del prójimo necesitado en pro del boato y el lujo.
Sexto: la intromisión a las libertades.
Y para el séptimo: la codicia por el control del poder.
Hagan su propio examen de conciencia sin que dios les perdone, así no vale, y tal vez entonces aprendan a rectificar.
Sin su ejemplo nunca habriamos entendido los pecados en todas su dimensiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario