Decirlo
no implica desaparecer,
pero me retiro
en medio de un momento
que no es mío,
una historia imposible
y viva, un feliz milagro
tan hermoso
que devuelve la
esperanza dónde
sólo el dolor habitaba
y hería.
El corazón
duele de alegría
cuando el amor
es sacrificio
y la vida ha de seguir
su propia guía.
Las alas del amor
vuelan ligeras al sol del
encuentro presto
que los meses
impacientes
reclaman como besos
en mañanas luminosas
llenas de
promesas de futuro
planeado, sueños compartidos
y que cielos protectores os
acompañen siempre
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