Y seguir el curso de un rñio para perderme en el mar ... ¿Qué podía haber hecho? Acciones que buscaban anillos de diamantes o la felicidad recompensada que de una vuelta alrededor del cuello.
La estancia era perfecta, lo justo para vivir enlatado. Un receptor donde recibir el exterior sin ser visto, un espejo engañoso donde ampliar las dimensiones circundantes, una ventana por la jamás mirar. Daría igual el cubñiculo de un astronauta con apenas una cama y una ducha.
Miraba los campos recorridos en la línea insuficiente donde la velocidad y el rumbo aún no se controlan a voluntad, siempre de A a B, de B a A ¿Por qué no a ninguna parte y a todas? Sin tiempos, sin fines ni explicaciones.
Túneles donde ahogar el asombro, pozos donde consumir la mente y soportar la losa del dolor y el miedo que siempre atraen la mala suerte. Nadie es culpable y sin embargo vivimos atrapados en una desgracia absurda que acabamos llamado propia.
La pantalla sólo muestra una película inerte de falsas vidas, inertes y premeditadas...
No encuentro la continuación de este texto hallado en el fondo de un cajón, escrito en un billete de tren caducado hace un verano.
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