domingo, 10 de junio de 2012

Anatomía de un Error

He ido despedazando lo que queda de mí,

sujetando mis prejuicios los sorteo,

dudando de mi experiencia

ahora que llegan tiempos más duros

donde nada sirve de asiento,

y aun menos de sostén, guía o veleta.

La oscuridad se cierne desde el magma de las dudas

y si pensé ser, ahora sólo confieso: ¿habré sido?

Todo espejismo del pensamiento del ser que

creí mi yo continuo, cuánto atrevimiento

pensarse un ser desarrollado,

sostenido y colgante del prisma de una evolución

sosegada y constante,

tan imposible efecto bajo la continuidad de lo conocido,

cuando ya nada vale y sólo atisbo el roto en la cortina

tras la que nada existe a este lado ni al otro,

y no sostengo, cuelgo, sino el asalto

regular y rítmico de todas las incertidumbres en cada error

que tomé como certeza en otro tiempo.

Es el momento del desnudo, del mono que cae del árbol

expulsado del paraíso de su propio ideal, de su propia razón,

para encontrar a Medusa en su propia naturaleza

No hay comentarios:

Publicar un comentario