domingo, 10 de junio de 2012

Obsesión

Escribo uno, dos, tres relatos, sigo escribiendo mientras ando, cuando trabajo , cuento, hablo y respiro. Cuando mi sexo eleva mi cuerpo como un pájaro escribo, cuando lloro y en el silencio escribo.

Dudo pero escribo, pienso y escribo. Sucumbo y escribo. No concibo sino parir palabras de mis pensamientos vivos y cortar cordones umbilicales al acabar cada escrito.

Desvelo, revuelo, entrego y tomo, tomo y me obligo al escrito en mi frente a su ombligo roto de ser nacido.

Pernoctan pensamientos después de desbandadas desconcertadas del día, campan a sus anchas en el momento de la reflexión y se recuentan perdidos de tantos momentos no tenidos en cuenta, no escuchados ni apuntados y ahora olvidados que me obsesiono en volver a encontrar. Pero ya no tienen la forma exacta ni perfecta en que se mostraron.

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