domingo, 17 de junio de 2012

Maldición

Por la tierra que os consumirá,

por las estrellas que nacen y mueren

apagando la mía.

Por los vástagos de las vides, del vino amargo

bebáis los cálices a rebosar.

Por el aire que propaga y aviva el fuego

así os llegue y atrape, presos sin salida.

Por el estremecimiento de cada árbol abatido,

torturado, quemado y

así caigan, uno a uno, vuestros hijos.

Y del trigo escamoteado a vuestros semejantes

salgan plagas de gusanos que se alimenten

de vuestros corazones duros.

Por toda agua que arrebatáis de mis cauces

mil años antes os extingáis.

De las mareas y la arena de los mares

ahogados y tragados seáis.

Secos vuestros ojos en sal de llanto,

perdidos y náufragos, sin lugar adónde ir

ni dónde habitar, heridos vuestros pìes del camino.

Y maldigo el nombre de los hombres,

maldigo su cordura para convertirla eternamente

en loca mutación y dolor consciente

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