Pesadilla

Sólo quise escribir

¿y peleando

ando en

contraseñas ilegibles?

Y por toda respuesta,

reacciones intangibles.

Única, posible: soledad

donde sostener

la perspectiva

de una mirada funámbula

en la consecuencia,

asidua y frecuente

en las propias sombras.

Exigentes explicaciones,

exigidas justificaciones,

exégetas neuronas fagocitadoras

enajenadas al ser,

combate acorazado

sin más,

abandonando explicaciones,

razones y motivos,

mientras la deriva

de la manada arrastra

y compone extraños

ritos en cuadros fijos

de repeticiones idénticas

en su preservación

a la huída

de la propia existencia

que permita romper

una brecha que parta

por la mitad el alma,

la que sabe

tener, sólo poder,

o debe ser

mucho más que sólo así.

Enterrados

vestigios humanos

en mascaradas de billetes

manoseados

donde facturar

y componer vidas perfectas,

apurado vidrio

de negaciones

y ausencias

completan ocio y meta.

Párpados batientes

sucumben en duermevela

y se abren paso

al pasadizo

de las pesadillas.

Una extraña letanía

me requiere derramada

entre rápidos murmullos

mientras en los muros

del aire

fórmulas infinitas

reestructuran

mis pensamientos,

el vestigio de todo recuerdo

Puedo abrir los ojos

pero volveré a temer

el sueño