miércoles, 6 de junio de 2012

Un Buen Día

Un buen día uno desaparece. Va a comprar jamón de York o tabaco, cualquier excusa puede resultar tan buena como poco creíble, y nunca vuelve por donde vino.

La relación larga y la inercia se habían vuelto espiral y si el camino hacia fuera parecía avanzar, siempre acababa volviendo al centro y, si se agitaba más, al orden de centrifugación de todas las cosas.

El universo entero se abría ahora por delante, ahora, inexplicablemente y al fin sin más explicaciones que dar.

Traspasarse de la roja vibración de los geranios, la fresca provocación del aire y la libertad en los pulmones casi siempre, o al menos siempre que no pasará delante de un bar, claro.

Andar en conciencia de dar cada y todos los pasos que se quieren, hacia cualquier parte que son todas también.

Y la soledad que desamarra gritos ahogados y los troca en sonrisa y reflexión.

Un buen día en que el tabaco y el jamón York, dios mío, han vuelto a subir.

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