Niña inconsciente
entre juegos perdida
y aquel collar
de pequeñas conchas
que nunca fue para mí.
Otra mujer
que no habría conocido
jamás, sin incomprensión
ni miedo de lo perdido,
Certeza de lo que nunca
llegué a tener
y afirmación desde la muerte
en la negación del olvido,
Sin correspondencia
ni remitente,
en cada pequeña concha
que hubiera cambiado
esta historia por completo
encerrado en cada una
el dolor contenido, apartándome
de vacíos cuando dañan,
lejos de silencios
y temas cambiados
de la ceguera de ojos que
ni siquiera existen
cuando amo el espejismo de amar.
Proyectadas frases
donde volveré
a pintar días de un sol
menos caliente
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