Verbos, bocas, acciones y oraciones.
Primer instinto olfativo de la búsqueda del seno lácteo en un desesperado instinto de supervivencia que nos hace llorar para mamar, comer para ser, crecer y existir.
Incluso comenzamos a relacionarnos con nuestro entorno a través de la boca: ¡¡¡¡Eso no se come!!!!
Sustento que nos alimenta y amargará la existencia en su busca durante el resto de nuestros días. En el caso de una minoría planetaria, hasta tres y cuatro veces al día con profusión de menús variados y futuras culpables calorías agrupadas en torno a una vida desnaturalizada y sedentaria por defecto.
Celebramos comiendo y bebiendo, nos relacionamos en nuestros festejos de la misma forma comunal o descomunal según quién, cómo y cuánto.
De la ternura que nos inspiran nuestras criaturas decimos: "es que te como" o "te muerdo", esto último algo más factible en ocasiones y dentro de unos límites razonables. Dentro de estos juegos, pero ya entre adultos, también tenemos un lenguaje de comer y ser comido: Qué buen@ está-s, comerse con los ojos, etc. y algunas de sus prácticas puestas en escena: fellatio y cunnilingus, entre otras variedades a la imaginación de cada cual, en las que nos exponemos abierta, placentera y confiadamente a las “fauces” de nuestros partenaires, al “ataque” del otro, seguros de la benevolencia y buen hacer de nuestro “comensal” en una muestra de pasiva y pseudosumisión por la cuenta que nos trae.
Festejamos comiendo y bebiendo en fiestas, eventos vitales, relaciones laborales, ocio, e incluso como vehículo cultural en el caso de entrar en las diferentes ars culinarias a nivel mundial.
Bautizos, bodas y comuniones, por cierto que mal gusto eso de invitar indiscriminadamente, temporada abonada a tales prácticas y a mansalva, cascoporro y gogo, para pompas y boatos vaticanos o regocijos hosteleros. Seguimos comiendo.
Comer en entierros y funerales creo que es práctica poco común en España, aunque con buen criterio he oído que en La Mancha sí se lleva a cabo. Comer para sobrevivir al muerto, y tal vez en lugar de decir que bueno era podríamos decir que bueno estaba… pero eso no se come por aquí.
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