sábado, 29 de abril de 2017

Traición

Mucho tiempo atrás lo supistéis, en el silencio pesado que apenas deja sentido a las palabras, desde las conversaciones que nos limitaron a la rutina o  cualquier estéril enfrentamiento. No nos deseamos mal, pero la previsibilidad de nuestros actos y de quienes nos rodearon, acuñó la moneda con que pagamos este ser adultos. Queda desvelado, sólo era ésto, pasar todo para volver a estar solos como siempre, pero ahora con la certeza de que la búsqueda sólo era un espejismo de la especie, un lazo momentáneo que nos cruzó y a base de lealtad y costumbre creemos haber estrechado.
Algo se ha roto, y mi vida rompe aguas en un nacimiento muerto. Una criatura prematuramente vieja a la que pretender amar, un terror al ridículo, pánico al fallo, que magnifica y exponen mis torpezas en estas lides que nunca aprenderé, que sinceramente nunca aprendí a manejar traiciones de fugaces compañeros que nunca se adentraron fuera de sus propios límites.
Rodeo con mis brazos tus hombros, excedo los límites y beso tu cuello en la impotencia de mi deseos por arrancar tu dolor, ahuyentarlo para siempre, pero sólo queda recuperar la compostura y evitar otras pruebas del rapto de mis sentidos, de desvelar secretos que pueden matarnos y los miedos a nuevos errores aún más despiadados, a poner del revés la costumbre y la lealtad y soltar amarras en tempestades.

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