perezosamente,
laxitud,
brazos y piernas,
la leve sensación
de besos perdidos sin haberse formulado.
Abrir de par en par la cancela, descerrajar
la persiana oxidada que chirría
bajo soles pesarosos
donde la soledad es el único perro fiel
a si mismo.
Otra vez duele el viaje, tu eterna
huida, sin descanso porque no
puede haberlo,
ni abrir las heridas del futuro,
la mieles del pasado.
Libre de todo mal, ajeno a
la sombra que dejas
a tu paso.
Trivialidades que componen
los días, frivolidades para
limar hierros candentes
de muñecas suplicantes.
Seis minutos para acabar
y volver a empezar otro día
dónde reencontrarte y volverte
a perder.
Descripción de tu estado de ánimo cuando lo escribiste. Cuesta reaccionar ante la falta de estímulos, verdad? Abrazos
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